El movimiento de los indignados tuvo su origen teórico en una pequeña publicación de uno de los redactores de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, Stéfane Hessel, sin embargo, la verdadera razón de su aparición es el gran descontento existente en una gran parte de la sociedad, y en especial de los jovenes que tienen grandes dificultades para tener un trabajo estable si tienen la gran suerte de encontrarlo.
Por ello, las críticas que se realizan por los politólogos, los partidos políticos y una gran parte de la prensa sobre la falta de propuestas concretas y sobre la dificultad de que éstas se establezcan adecuadamente por este movimiento que tiene tintes de democracia asamblearia, son inexactas además de infundadas.
Precisamente, lo que este movimiento representa es la protesta que realiza una importante parte de la sociedad, y en particular el desencuentro que manifiestan que existen entre los políticos y los verdaderos problemas existentes. Esa es la principal conclusión de esta protesta, los ciudadanos no se sienten concernidos por las preocupaciones que señalan los políticos en sus manifestaciones, por el contrario, piensan que éstos están muy lejos de los problemas reales del ciudadano medio, o si no es así el desacierto que tienen al afrontar los problemas son muy acusadas.
Esta razón es por si sóla suficiente para que este movimento tenga una importancia que debe ser estimada desde los partidos políticos y la parte de la sociedad más acomodada en su justa medida. De no tomarse en serio este movimiento es seguro que las tensiones sociales aumentaran y habrá protestas mucho más radicales. Es un grave problema el que por parte de los partidos políticos no se sepan entender y canalizar muchas de las propuestas que han ido surgiendo en las discusiones asamblearias de este movimiento, ya que el alejamiento de la sociedad se haría más patente. No es por tanto de recibo que la crítica al movimiento Indignados sea en que no realizan propuestas. Por el contrario, han realizado muchas y diversas. Cuestión distinta es que los partidos tradicionales las asuman como propias o por el contrario se encierren en sus tesis que se están manifestando insuficientes. En ese comportamiento de los partidos que les aleja de una gran parte de la sociedad reside en verdadero problema.
Otra crítica infundada que se realiza a este movimiento es su falta de representatividad, que se basa en el número de participantes en las protestas. Por una parte, no es tan pequeño el número de los ciudadanos que participan y que se ha producido en todas las ciudades del país importantes. Por otra, es innegable que muchos ciudadanos comparten la inquietud por muchos de los problemas que se manifiestan por este movimiento, cuestion distinta es que participen en las protestas.
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